Había un gran jugador
que se llamaba Piculín
él era un batallador
luchando de principio a fin..
Luego de dar mucha gloria
al equipo de la Capital
se marchó con la escoria
a jugar en un arrabal.
Allá no le fue muy bién
se enfermó y lo humillaron
y hubo muchos a quién
sus problemas le alegraron.
Luego de la humillación
a la que fue sometido
no tuvieron compasión
y terminó despedido.
Pero antes de marcharse
les echó una maldición
ya no podrán alegrarse
dejarán de ser campeón.
Por: PepeCangrejo
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